DISCURSO DEL VICEPRESIDENTE EN LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO «200 AÑOS DE PINTURA QUITEÑA»
INTERVENCIÓN DEL SEÑOR LIC. LENIN MORENO, VICEPRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA, EN LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO “200 AÑOS DE PINTURA QUITEÑA”
Señoras y señores:
Doscientos años de pintura es un libro que evidencia al menos tres principios fundacionales:
Primero: reivindica la relación raigal que existe entre arte, sociedad y libertad. A lo largo de sus más de 230 páginas, el lector podrá descubrir la obra precursora de Antonio y Rafael Salas, la mirada celebratoria del paisaje nacional y de los tipos populares que nos descubre la pintura de Joaquín Pinto, así como la profunda reflexión e investigación sobre la realidad india que subyace en los trazos precisos de Camilo Egas. Por no referirnos, en extenso, a los maestros Eduardo Kingman, Oswaldo Guayasamín y Estuardo Maldonado, donde nuestra pintura alcanza su plenitud formal y de significado.
Sin embargo, más allá, delante, debajo, o sobre, la belleza de la obra de nuestros pintores está su decidido compromiso con la libertad y la historia de Ecuador.
Han sido los artistas, en este caso, los pintores, los adelantados en identificar, apropiarse, denunciar, y recrear las luchas sociales que han contribuido a enrumbar al país en un futuro de equidad y esperanza para todos, especialmente para “esas estirpes condenadas a cien años de soledad”, como las nombraba hace 40 años Gabriel García Márquez.
El segundo concepto que me agrada descubrir en este libro, es que se trata de una obra hecha para la gente, para el común de los mortales, para aquellos que no hemos contado con la oportunidad o el tiempo necesarios para indagar y profundizar en el conocimiento del arte pictórico. Para esa mayoría de ecuatorianos, este libro se abre como una puerta acogedora, como una invitación a faltarle al respeto a la solemnidad de los museos y a entrar en ellos como en casa propia. Hasta donde alcanzo a comprender, entiendo que la idea es saltar de las páginas de esta obra al encuentro gozoso con la herencia plástica acumulada en dos siglos de iluminar sueños y pintar visiones.
Por último, este libro es un buen ejemplo de un principio que veo con agrado: la confluencia, la suma de esfuerzos, entre los gobiernos locales y la empresa privada, en pos de una meta común: crear ciudadanía, contribuir a formar ciudadanos conocedores de su origen y orgulloso de su historia, dispuestos a participar en la creación de un nuevo Ecuador.
Muchas gracias