DISCURSO SEÑOR VICEPRESIDENTE EN CUMBRE DE VICEPRESIDENTES “AMÉRICA SIN BARRERAS”

Quito, 10 de diciembre de 2011

“Quiero expresarles mi más cálido agradecimiento, colegas y amigos de los países hermanos. Agradecerles por aceptar venir a la Mitad del Mundo para dialogar sobre tres temas que son vitales para nuestros pueblos: la democracia, que es la única condición necesaria para hacer una revolución, la solidaridad, que es, como decía Galeano, horizontal y se ejerce de igual a igual, a diferencia de la caridad, que se practica de arriba hacia abajo, y humilla a quien la recibe. Y la eliminación de las seculares barreras, de manera especial las mentales, que son las que más daño causan en una sociedad.

Hace seis días, las jefas y jefes de Estado y de Gobierno de los países reunidos en la vigésima Cumbre Iberoamericana bajo el lema “Educación para la Inclusión Social” firmaron la declaración de Mar del Plata, cuyo primer acuerdo es rechazar y condenar cualquier intento de subvertir el Estado de Derecho y el orden legítimamente constituido.

Colegas y amigos, considero que la primera y prístina función de un Vicepresidente es la de constituirse en un valor agregado de la gobernabilidad, no solo apoyando de manera irrestricta los procesos democráticos que encabezan nuestros presidentes, sino liderando planes y programas de acción, que atiendan a los más necesitados e históricamente marginados.

Tengo muchas expectativas con este encuentro porque sé que nos nutriremos de las experiencias que van a ser compartidas porque nos cobija el mismo deseo de consolidar una América Solidaria y Sin Barreras.

Permítanme comentarles y poner a su consideración lo que hemos hecho en el Ecuador. Hay ciertos términos que están inexorablemente ligados a un sistema democrático como es el de la transparencia.

Pero hay una transparencia distinta a la que se nos exige como gobernantes, hablo de otra transparencia: la de visualizar lo que se ha hecho y lo que se ha dejado de hacer con los olvidados.

Así empezó nuestra revolución: enrostramos, literalmente, la realidad de las personas con discapacidad, visibilizando el olvido: gente en jaulas, niños amarrados, ancianos en perreras…Pero no voy a hablar de lo que encontramos, prefiero presentarles un breve recuento (presentación de video “Triste” de Manuela Espejo).

Así fue como logramos que todos tomáramos conciencia de que hay una población hermana y coterránea, que sufre –quizá no por nuestra culpa-, pero sí por nuestro desdén.

Nuestra segunda línea de acción fue, en consecuencia,  reconocernos iguales en el derecho a ser felices y a vivir con dignidad, pero ricamente diversos.

El Ecuador es uno de los 19 países más megadiversos del mundo en su fauna y flora, pero lo es también en otros aspectos que implica la esencia de nuestros pueblos: pescadores, agricultores del piedemonte, indígenas de páramo, afrodescendientes de la Costa y de la Sierra, mestizos, nativos de la Amazonía, pueblos en aislamiento voluntario.

Obviamente, esa diversidad se enriquece con la diversidad de capacidades, que es la población que hoy nos ocupa. Amigos, colegas: la discapacidad no es incapacidad, la discapacidad es diversidad.

Somos diversos, y si algo debe reconocerse la democracia es esa riqueza que debe atenderse, entenderse y fomentarse.

Creamos entonces el programa “Ecuador Sin Barreras” que fue elevado por el Presidente Rafael Correa a política de Estado en Mayo de 2007.

En julio de 2008, el Presidente declaró en emergencia al sector de la discapacidad, un hecho inédito e histórico pues, tengo entendido, nunca se había declarado en emergencia la atención a un grupo vulnerable. Esta decisión abrió las puertas y caminos para que nuestro quehacer se viabiliza de mejor manera.

Luego, con la firma de adhesión de Ecuador a la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de las personas con discapacidad y una nueva Constitución que defiende y protege a los grupos de atención prioritaria, la Vicepresidencia abanderó la lucha por el cumplimiento de la restitución de los Derechos de las personas con discapacidad.

Cuando recién asumimos la tarea de trabajar por las personas que requieren de atención prioritaria, encontramos que los proyectos de atención prioritaria, encontramos que los proyectos que solían contratar los gobiernos neoliberales solo habían realizado eternos diagnósticos que concluían que el 12% de nuestra población tenía discapacidad.

Sin embargo, además de que el porcentaje era incierto, no estaba claro ni en donde estaban ni cómo vivían. Entonces nació la Misión Solidaria “Manuela Espejo”, que les invito a conocer (video localización personas con discapacidad).

Ahora ya sabemos en dónde están y cuántas son las personas con discapacidad, pero más allá de los datos fríos: sabemos quiénes son, qué necesitan, con quién viven, cuáles son sus anhelos y qué potencialidades debemos desarrollar.

Esto no les es ajeno. Quiero saludar las experiencias similares que ustedes han hecho: la Misión “Gregorio Hernández”, en Venezuela, la Misión “Moto Méndez”, en Bolivia, la Misión “Todos con Voz”, de Nicaragua, y la Misión “Live to live” en San Vicente y las Granadinas. Considero que, junto con “Manuela Espejo”, estas misiones lograron cristalizar una campaña sostenida y sistemática para despertar el más bello sentimiento que un ser humano tiene que es la solidaridad.

Con estas misiones conocemos a las personas con discapacidad una a una, y así las atenderemos: de manera individual, particularizada y personalizada.

Porque, en democracia, la solidaridad es revolucionaria, no es una dádiva. Implica atender a cada uno. Pongo a su consideración lo que hemos hecho (video que resume lo realizado por la Misión “Manuela Espejo”).

Primero, dotamos de ayudas técnicas y enseres. Bastones de todo tipo, muletas, órtesis, prótesis, camas, colchones, kits anti-escaras, sillas de ruedas de todo tipo y tamaño, cocinas, electrodomésticos.

En cambio, si su discapacidad es severa se reconoce a quien le cuida con un bono similar a un salario mínimo vital, además de dotarle de medicinas, capacitación para rehabilitación y monitoreo permanente.

A aquellos cuya situación les permite, se los capacita para su inserción laboral, trabajamos para insertarlos en la educación regular o los alentamos para que desarrollen pequeñas empresas, así como proyectos culturales y artísticos.

A partir del próximo año, empezaremos a construir un Ecuador que previene la discapacidad desde el vientre materno, que ayuda a evitar la discapacidad en los adultos y que incluye en el diario quehacer a todos, sin discrimen ni olvido.

Fue recordando a Martí que me permití invitarles bajo el lema de democracia y solidaridad, pues él decía: “Buscamos la solidaridad no como un fin sino como un medio encaminado a lograr que nuestra América cumpla con su misión universal”.

Quiero invitarles a cumplir con esa misión que es la de una América Sin Barreras. Poner a su consideración lo que hemos realizado, y solicitarles criterios, aportes, para que nuestra labor, que de ahora en adelante será conjunta, llegue a quien necesita y merece. En el diálogo e intercambio de experiencias sé que enriqueceremos nuestras labores.

Colegas y amigos, vivimos sociedades discapacitantes: hemos puesto barreras no solo a la libre circulación del diferente, sino a los sueños, y, lo que es vergonzoso, al goce de los derechos. Es hora de eliminar todas las barreras, sin excepción.

Lo dije al inicio y quiero repetirlo con énfasis: las peores barreras son las mentales, aquellas que nos hacen creer que el otro no es mi prójimo y, cuando es diferente, considerarlo inferior.

Tenemos ya algunos frutos emanados de la eliminación de barreras: Baños de Agua Santa, ciudad intermedia, recibió el premio “Reina Sofía”, porque es absolutamente accesible, incluyendo sus sistemas de comunicación y señalización. Adolescentes que han aprendido a valorar lo que tienen y lo que son, gracias a que comparten su pupitre con un compañero con discapacidad.

Empresas que han debido cambiar sus cadenas de producción, porque los nuevos obreros, con síndrome de Down, responden de manera sorprendente a las instrucciones y se concentran en su trabajo, superando metas de productividad.

(Video – Obra de teatro “Sueños”)

Y un tema cálido e inusual: las artes escénicas de Latinoamérica vieron surgir una nueva propuesta dancística y musical con la obra “Sueños”, que mostró que hay otra estética –generada por niños y jóvenes Down, con retraso mental, discapacidad visual, autismo, parálisis cerebral- y que se sostiene en cualquier escenario. Algunos momentos destacados de la obra les serán presentados dentro de un momento.

Hemos recorrido un trecho, pero falta mucho por hacer. Por ello, les invito a generar respuestas conjuntas.

Hemos creado ya, entre seis países aquí presentes, una “Política Andina en Salud para la Prevención de la Discapacidad y para la Atención, Habilitación/Rehabilitación Integral de las personas con Discapacidad”, que hoy será presentada y puesta a su consideración.

Quiero invitarles a reflexionar en la necesidad urgente e ineludible de seguir generando más acciones coordinadas. Debemos encaminar propuestas creativas hacia la prevención de la discapacidad, hacia nuevas formas de inclusión social, laboral, educativa y cultural, porque se trata de una importante población que tiene mucho que dar y que enseñar.

Quisiera parafrasear a Martí: “Los grandes derechos de los olvidados no se restituyen con lágrimas, sin con nuestra solidaridad revolucionaria”.

Amigos y colegas