Lanzamiento Convocatoria Coro Polifónico Vosú

 La acción más hermosa y gratificante que realizamos por las personas con discapacidad, es mostrar al mundo cómo logran desarrollar sus potenciales y asombrar con sus logros.

Cuando en la circunstancia de la vida nos vemos privados de un sentido, los demás se avivan y potencian a niveles insospechados.

Hoy nos convoca la falta de la visión, un mundo que “mira” con el oído y “lee” con los dedos.

Un mundo que siempre supo cómo concentrarse en los otros sentidos (la prueba es que, cuando queremos escuchar bien, cerramos los ojos para que nada perturbe la concentración), algo que deberíamos aprender para aprovechar mejor este milagro que es nuestro cuerpo.

No es exagerado decir que somos un milagro.

Los músicos siempre han dicho que la voz es el único instrumento musical perfecto. Y los expertos en oído nos cuentan que el sonido que se capta sigue una ruta sorprendente, casi fantástica, precisa y detallada, hasta llegar a las neuronas. Es el oído el responsable de que podamos ubicarnos con equilibrio en la tridimensión que conocemos.

Grandes músicos han sido privados de la visión: Joaquín Rodrigo con su inigualable Concierto de Aranjuez, el genial pianista catalán Teté Montoliú, el creador del soul, Ray Charles.  Quién no ha escuchado a imponentes cantantes como Andrea Bocelli, StevieWonder o José Feliciano.

La música ecuatoriana no sería la misma sin Miguel Ángel Cazares, compositor del pasillo Lamparilla, ni Segundo Bautista autor de la cumbia Chonera y del fox incaico Collar de Lágrimas, o Segundo Guaña, ese guitarrista excelso que da a cada cuerda su propia voz.

Otros artistas no videntes también son inigualables como Jorge Luis Borges o el gran Homero que, según dicen, dictó la Iliada y la Odisea, allá por el siglo VIII antes de Cristo.

Hace casi dos años, mi buen amigo y gran músico Claudio Jácome, que parecería que no puede estar quieto sin juntar voces y hacer coros, me propuso crear  el Primer Coro Polifónico de personas no videntes. No cejó en ese empeño hasta el día de hoy en que, al fin, se hace realidad ese sueño.

Yo sabía de la existencia de una Orquesta Sinfónica de no videntes de Argentina, en la que el único que puede ver es el director. Me dicen que él los dirige con  la respiración, por lo que me pareció hermoso que Claudio quisiera emprender este desafío. Eso demuestra que hay artistas que tienen fe en el país y que arriman el hombro a todo lo que sea devolverle la dignidad a una sociedad que marginaba a grandes talentos por el solo hecho de ser diversos.

Por eso, esta convocatoria nacional para la selección de hermanos no videntes que conformarán el Coro Polifónico Vosú (Voces y Susurros) debe llegar hasta el último rincón de la Patria. Que ninguna persona con discapacidad visual se quede sin conocer esta nueva puerta que se abre para su vida.

Estoy seguro de que a cada futuro integrante de Vosú se le podrá decir lo que anotaron alguna vez de Ray Charles: visionario de la música a quien su discapacidad le incrementó la sensibilidad, percepción, conciencia incluso el vertiginoso desarrollo de sus dotes musicales; de no haber sido por esa falta de la visión, quién sabe si nunca lo habría descubierto.

Amigas y amigos no videntes, les invitamos a participar de voces y susurros. Les invito a demostrar al país y al mundo que la discapacidad no es incapacidad, sino diversidad. Y que esa diversidad, comprendida y aprovechada, enriquece a la familia, a la comunidad y al país.

Bienvenidos, futuros maestros cantores de Vosú.