Superhéroe Coca-Cola
He conversado con algunos de los nombrados hoy superhéroe, como yo, y coinciden en que la primera reacción es de incomodidad por lo superlativo de los dos términos.
Sin embargo, puesto que conozco la seriedad de la Coca Cola en su gestión social, me acerqué a su página de superhéroes en Youtube y quiero contarles lo satisfactorios que son los resultados.
Más aún, si alguna vez alguien se siente desilusionado de Ecuador, o cree que nuestros compatriotas no merecen nuestro amor, les recomiendo visitar esa página y constatar que somos bellos seres humanos.
Las cámaras ocultas revelaron que 7 de cada 10 ecuatorianos son solidarios, respetuosos de las leyes y el entorno, honrados y gentiles. Suena extraño ¿verdad? No estamos acostumbrados a que nos digan eso de nuestra gente y de nuestra patria.
Sin embargo, en su cálida búsqueda de héroes cotidianos, Coca Cola nos está ayudando a ver el país con otros ojos.
Sólo entonces comprendí que no hay nada de superlativo.
La palabra “héroe” procede del griego, de una raíz que significa «proteger y servir». Y hay una larga historia de la heroicidad que parte de aquellos que nacieron de un dios y un ser humano, como Hércules, Aquiles, Eneas, siguiendo por los espartanos y homéricos, luego los reyes héroes, los mártires y cruzados, hasta que llegamos a lo que fuera un “antihéroe” pero que ahora admiramos por su entrega al necesitado y a la justicia. Me refiero a aquellos como Robin Hood.
Entonces la Coca Cola tenía razón al hablar del ciudadano cotidiano, que resulta super héroe porque protege y sirve a quienes más lo necesitan.
No sólo han reivindicado una actitud sino que han demostrado que no debemos buscar ser líderes, sino ser héroes, en el sentido original del término.
Por ello, no es de extrañarse que hoy reconozcan a todas estas instituciones que tienen como objetivo servir y proteger, en sus acepciones más amplias y más generosas con el planeta y la humanidad.
En mi caso, sé que no es a título personal, sino a nombre de los 14 millones de ecuatorianos que nos dieron la mano y el corazón para apoyar a la Misión Solidaria Manuela Espejo, pero –de manera especial- a todas las personas con discapacidad que abrieron su esperanza al futuro.
Gracias a Coca Cola he constatado que vivimos rodeados de verdaderos héroes. Sé que, en su empeño por cambiar el comportamiento de esos pocos que todavía no lo son, la tarea continúa.
El lema de esta campaña es «Volvamos a jugar a que el mundo nos necesita». Ya no es un juego de niños que se sienten superhéroes, es una verdadera campaña de responsabilidad social, llena de amor y humor, para descubrir que –en el fondo-siempre hemos sido servidores y protectores.
Gracias. No por el reconocimiento, sino por el descubrimiento del buen ecuatoriano.